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jueves, 5 de mayo de 2011

Relatos que me han gustado II

Extracto


He estado unos días griposo y desaparecido del mundanal ruido. Dándole vueltas a la cabeza sobre el camino andado y el que queda por andar. He terminando mirando el lugar donde me encuentro y saboreándolo con intensidad….cosa que pocas veces solemos hacer…..recordar a John cuando decía eso de “…Life is what happens to you when you are bussy making other plans….”.

Pues eso, que me he puesto a contemplar el lugar donde me encuentro, a mirar el paisaje que se ve desde aquí y a los habitantes de este pueblo donde vivo y que se llama “Aquí y Ahora”. Este es un pueblo pequeño, muy pequeño, pero con muchas carreteras de entrada y salida que le comunican con otros pueblos mas grandes y mas ruidosos. El pueblo no es demasiado visitado por forasteros y los que lo hacen se quedan poco tiempo. Aún cuando sus visitas son cortas, siempre son recibidos con hospitalidad y cortesía. No deben de quedar muy defraudados con su visita porque siempre que se marchan nos invitan a visitarles…rara vez lo hacemos.

El pueblo tiene un gran templete de música en medio de un pequeño parque. Cualquiera que quiera tocar en él solo tiene que subirse con sus instrumentos y empezar. Seguro que enseguida se verán rodeados de público entusiasta.

Tenemos una hermosa escuela cerca del río, y con vistas a la montaña. No enseñamos con libros, lo hacemos mirando afuera, cada día. Los libros los tenemos en la biblioteca pública y son todos de aventuras, de biografías y de personas que perdieron cosas….de esas hay bastantes en este sitio.

No tenemos cementerio, siempre hemos compartido a los nuestros con la naturaleza, y allí están siempre. Son mas fáciles de recordar y su recuerdo es mas amable.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso del templete de música me recuerda a algo....

Anónimo dijo...

Cielo azul obscuro con luna y estrellas, silencio tan sólo roto por algún grillo trasnochador...Y a traves de la rendija de aquella carpa se escapaba el pentagrama de un aire lleno de notas.
Dentro todo se llenaba de color y por allí lo irreal se hacía cierto: los blancos y negros eran un arco iris brillante fundidos entre rojos, naranjas, amarillos, verdes, azules... los valles se habían aupado hasta lo más alto y las montañas podían pisarse a ras de tierra... los mares riendo entre olas de espuma blanca, los ríos cantando y cimbrando entre meandros...
¿Cual es el mundo real? ¿el silencioso de fuera? ¿¿el cantrín lleno de ecos de dentro...? Sólo la fantasía, esa mujer que como la Gioconda tras su sonrisa parece saberlo...

Anónimo dijo...

¡¡¡¡ Le echo de menos caballero !!!! Besos hasta su vuelta.