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viernes, 2 de julio de 2010

De vuelta de Londres

Bueno ya se acabo lo bueno. El viaje pues como todos los que se hacen a Londres: alucinante y agotador. La media de horas andadas diariamente nunca bajaban de 10, la media de pintas de cerveza diarias no bajaban de…bueno no importa.

Tuvimos oportunidad de ver tres partidos de España en el Mundial en pubs abarrotados de seguidores de los equipos implicados y fue una experiencia genial. El buen rollo y las ganas de pasárselo bien del personal hicieron de esos tres partidos experiencias que tardaré en olvidar, especialmente el partido frente a Portugal.
Otra cosa fue presenciar en pleno Londres la eliminación de Inglaterra del campeonato…la verdad es que no se lo tomaron demasiado mal…

Pero la experiencia intensa y genial fue el concierto de Paul McCartney en el festival Hyde Park Calling. Con un sol de justicia y un calor mas propio de Madrid que de Londres comenzaba con puntualidad británica el súper concierto de casi tres horas del ex Beatle. Ver a McCartney en Londres es como ver a José Tomás en Las Ventas. La comunión entre el artista y el público pues os podéis imaginar, largas conversaciones entre tema y tema, chistes más o menos locales, charlas con gente de la primera fila…es decir nada de la distancia idiomática con la que le he visto las veces anteriores.

El set list del concierto fue impresionante, donde apenas se echan a faltar canciones, donde te sorprende lo bien que envejecen las canciones de los Beatles (si es que realmente están envejeciendo), donde alucinas viendo a tres generaciones de Londinenses cantar todas las letras de las canciones, desde niños muy pequeños (increíblemente pequeños) hasta gente coetánea a McCartney.

En lo referente a la organización pues que decir…..que son británicos y eso se nota. La recogida de las entradas que compramos previamente vía Internet la realizamos esperando una cola de escasos 2 minutos, la acreditación se realiza mostrando el carnet de identidad y la tarjeta visa con la que se realizó la compra y lleva otros escasos dos minutos, el acceso al recinto se realiza cómodamente y sin aglomeraciones, el registro de bolsas y mochilas lo realiza una gente super amable que te registra educadamente, y comenta contigo detalles del concierto o del calor que hace, el enorme recinto está súper limpio, a pesar de los conciertos de los dos días anteriores. La opción de comer y “bebeer” en el concierto es muy amplia y apenas tardas unos minutos en comprar lo que quieras, la cerveza te la dan en botellas de plástico rígido, casi exactas a una botella de cristal normal. Los horarios pues para que hablar de ellos…..puntualidad británica. Lo mejor de todo: al finalizar el concierto se habilitan muchas mas salidas para publico que accesos había al comenzar el concierto, en estas salidas hay gente de la organización que se asegura que todo transcurra perfectamente y además te dan las gracias por haber asistido y te recomiendan que si tienes que coger el coche lo hagas con cuidado en la vuelta a casa. En fin envidia, sana eso si.

Espero que no sea la última gira de McCartney, porque aunque está en muy buena forma, no olvidemos que acaba de cumplir 68 años

1 comentario:

Anónimo dijo...

Thanks!!!